Una sonrisa, una lágrima, ese brillo especial en
los ojos...cada contacto con otra persona nos enriquece y complementa,
nos hace crecer. Nos volvemos más comprensivos y versátiles. Esto nos
hace poder entenderlas mejor. Damos confianza, cariño, amor, fuerza,
paz...intentamos ser todo aquello que el otro necesita, porque nos
reconforta ser útiles y poder hacer lo mejor para la persona dolida. Nos
guste o no, somos parte de la vida del paciente. Somos su confesor, su
apoyo, su guía…somos SU médico. Nos complace ver que muchos pacientes
hinchan el pecho de orgullo y hablan con afecto de nosotros. Por eso
creemos que manejar de forma fluida las relaciones interpersonales,
desde el cariño y la comprensión, es fundamental para poder seguir
disfrutando de nuestro trabajo.
Los
médicos de familia somos profesionales de la salud capaces de
tratar a las personas desde un enfoque integral e integrado. Nuestra
formación y posición nos confiere, a través de nuestros pacientes,la posibilidad de conocer
las circunstancias familiares y sociales que rodean su existencia, así
como el entorno en el que se mueven. De la misma manera, tenemos la
capacidad de descubrir las deficiencias y los problemas existentes en la
comunidad donde desarrollamos nuestro trabajo. Los médicos de familia
somos capaces de modificar, en muchas ocasiones, estas circunstancias, a
través de la educación en estilos de vida saludables. Desde la escuela
hasta los hogares de ancianos, pasando por las asociaciones de vecinos,
nuestra posición, nuestra influencia y nuestro crédito nos convierte en
los agentes que velan por la salud de la sociedad en su conjunto.
Queremos
"humanizar la medicina", tratar a los pacientes como personas y no como
"un saco de síntomas",
En
palabras de Carl Honoré: “los pacientes no son un saco de síntomas”
Nosotros queremos tratar a las personas desde sus emociones, esto es,
humanizar la medicina porque, como dice Robin S. Sharma: “ los seres
humanos se movilizan cuando alguien moviliza sus emociones “
Objetivos del grupo:
Somos
un grupo de médicos entusiastas de la inteligencia emocional que
intenta encontrar la forma de aplicarla de forma útil y práctica en el
ámbito de la salud, tanto para los profesionales como para los pacientes
y la población en general. Para ello, nos proponemos:
● Potenciar el talento y habilidades del médico de familia como experto en gestión emocional, propia y de sus pacientes.
● Estimular
(liderar) la introducción de un área específica de formación en
contenidos de gestión emocional que se implante de manera progresiva al
perfil profesional del médico de familia.
● Recuperar y potenciar la consideración de los valores humanistas que se asocian a la figura del médico de familia.
● Realizar trabajos y estudios con el objetivo principal de aprender y mejorar la gestión emocional.
● Crear una “Emoteca” con libros y películas que giren alrededor del mundo de las emociones.
Motivaciones del grupo:
● Porque
cuando éramos pequeños veíamos al médico de cabecera, a ese que nos
llamaba por nuestro nombre, como una persona buena e inteligente.
● Porque hemos dedicado los mejores años de nuestra vida a estudiar y formarnos en esta profesión.
● Porque nos mueve sentir la confianza de las personas a las que pensamos que somos útiles.
● Porque nos gusta conocer a nuestros pacientes y queremos sentirnos honestos en nuestro trato con ellos.
● Porque,
aunque la medicina es cada vez más un bien de consumo, y muchas veces
los profesionales de la salud sentimos que nuestro trabajo no está
suficientemente reconocido, a todos nos mueven emociones muy parecidas
como el amor por el ser humano, por una vida con menos dolor, por una
vida desarrollada en todo su potencial, por una vida con energía…
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