Paso 1—Desde que
el mundo existe el hombre ha trabajado por obtener sus propias fuentes de supervivencia. De todas
ellas la que más admiro es la de la siembra que hacen los agricultores
Saber sembrar ha de acompañarse forzosamente de saber
recoger. Y desde luego no sabe igual recoger un fruto cuando uno se ha
molestado en sembrarlo que cuando no lo ha hecho.
La buena vida consiste entre —otros asuntos— en asociar
correctamente una cosa con otra.
Paso 2 —Tomar
conciencia.
Tomar conciencia sí. Eso es, saber cuándo algo termina y
empieza otra cosa. Saber cómo, dónde,
con quien y cuando.
Desde hace algunas semanas me he dado cuenta de que no puedo
dejar pasar un solo día sin sembrar algo. Hoy he sembrado dos mail y una llamada.
Además he recogido unas cuarenta y dos sonrisas y una carcajada, —la de mi hijo—,
que me ha llegado al alma.
Sí señor: ¡Esto es vida!
Javier Bris