Este sábado el grupo de Salud Basada en Emociones realizamos
una actividad completamente nueva para
nosotros: un taller de teatro.
No teníamos muy claro que nos íbamos a encontrar, ni qué
resultado íbamos a obtener, pero resultó que los deliciosos Lupe y Diego nos
hicieron disfrutar de una experiencia que fue mucho más allá de todo lo
esperable: no ayudaron a profundizar en nosotros mismos, en nuestras emociones,
y en nuestra forma de relacionarnos con el mundo.
¿Que cómo lo hicieron? El
secreto es sólo suyo, pero os voy a contar lo que vivimos:
Lo primero que percibí fue la sensación de amplitud. Era un
lugar sencillo, acogedor y cálido, a pesar de que cuando nos invitaron a
descalzarnos pude sentir cierto frío en mis pies.
A continuación hablamos sobre cómo iba a transcurrir el
curso y las posibles expectativas que pudiésemos tener.
Después realizamos un sinfín de ejercicios, a cada cual más
imaginativo e intenso, que fueron haciendo que poco a poco fuésemos liberando
las ataduras emocionales con las que estamos acostumbrados a vivir día a día.
Hasta llegar a vernos por dentro, con nuestras debilidades y fortalezas, con
toda esa belleza que nutre la esencia del ser humano.
Desde luego, una experiencia única y realmente inolvidable,
que ha dejado un gran poso en nosotros.
Muchas gracias a
nuestros guías y a Miriam por conectarnos.